Publicado por Statista Research Department, 29 jul. 2019
Como era de esperar, España no se ha mantenido ajena a este fenómeno. Tanto es así, que en 2017 aproximadamente el 20% del total de las compras realizadas a nivel nacional fueron online y el volumen de negocio generado sólo por las transacciones B2C superó los 30.000 millones de euros. Cabe destacar que las actividades ligadas a los sectores de logística, ocio, publicidad y marketing o turismo han contribuido de manera decisiva al desarrollo de esta vía de negocio y su profuso calado en todos los estratos sociales.Resulta complicado, por este motivo, establecer un perfil definido del consumidor online español, si bien es cierto que algunas variables sociodemográficas como la edad influyen notablemente. A grandes rasgos, el grueso nacional de compradores está compuesto por internautas de entre 25 y 45 años, bien informados, que realizan sus pedidos principalmente a través de su ordenador de sobremesa o de su smartphone.
Otro de los pilares sobre el cual se sustenta su éxito es la diversificación de las opciones de pago y emisión de pedidos, ofreciendo posibilidades hasta hace poco impensables. Por todo ello, el comercio electrónico ha evolucionado hacia algo más que una simple forma de intercambio comercial en canales digitales; se ha erigido como piedra angular de la economía nacional y una nueva forma de vida.