El comercio electrónico ha sido una de las grandes revoluciones informáticas en los últimos años, habiendo marcado un antes y un después en los hábitos de compra de la ciudadanía española tal y como lo demuestra la evolución del volumen de facturación del comercio electrónico B2C .
Los hábitos del consumidor cambian a la misma velocidad que lo hace Internet. Con la aparición de nuevas tendencias y sofisticaciones web, los
internautas que realizan compras online han conseguido adaptarse a los nuevos cambios modificando su comportamiento y creando nuevas formas de comunicación. El uso de las redes sociales para comprar y comentar online está considerado como uno de los más nuevos y mejores medios para ello. Dichas redes permiten a los usuarios compartir contenidos e interaccionar con las marcas de una forma más cercana y personalizada. Hoy en día, por tanto, el consumidor ya no se limita simplemente a comprar y
consumir un producto, sino que produce información respecto a él, creando una huella de opiniones sobre dicha marca o producto. Es precisamente ese marketing gratuito una de las principales razones por las cuales las empresas han optado por un tratamiento más personalizado hacia el cliente.
Además de las redes sociales, la evolución tecnológica ha desarrollado una amplia gama de facilidades para el consumidor online como pueden ser los comparadores de precios, las distintas opciones de pago online o la posible utilización de distintos dispositivos electrónicos a la hora de realizar compras por Internet. No obstante, los fraudes online se han convertido en un factor de riesgo en el sector del comercio electrónico y tanto empresas como usuarios deben tomar conciencia y seguir mejorando el sistema de compra para evitar este «nuevo» tipo de estafa.